“La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”: OMS
Fundamentado en esta afirmación de la Organización Mundial de la Salud, el alcalde de Envigado, Braulio Espinosa Márquez, fijó su férrea y pública posición de solidaridad con los sectores formales e informales de la economía, a propósito de la decisión del gobernador (E) de Antioquia, Luis Fernando Suárez Vélez, de decretar toque de queda continuo entre las 8:00 de la noche del viernes, 7 de mayo, y las 5:00 de la mañana del lunes, 10 de mayo.
El alcalde Braulio Espinosa le envió una carta al Gobernador en la que le pide que reconsidere la medida para este fin de semana del 8 y 9 de mayo. En la misiva le reconoce el esfuerzo por querer cuidar la salud y la vida de los antioqueños, pero también le pide que se preocupe por los comerciantes y por las familias que han perdido sus empleos debido a la quiebra de muchísimos negocios.
Le recuerda al gobernador Luis Fernando Suárez que, según el DANE, más del 15% de la población colombiana está en situación de pobreza extrema.
“Más de siete millones de compatriotas pueden estar consumiendo una sola comida al día. Es que la pandemia es, además de un problema de salud pública, un gravísimo problema social y económico, y eso no lo pueden olvidar los gobiernos nacional y departamental”, manifestó el Alcalde de Envigado.
Braulio Espinosa Márquez le solicita, comedidamente, al Gobernador (E) de Antioquia que sopese todas las circunstancias. Está convencido de que no es concluyente que esté pidiendo que atente contra la salud y la vida de los antioqueños, al solicitar que no se cierre este fin de semana.
“Por el contrario: es una propuesta que también defiende la vida. El que los negocios puedan abrir sus puertas permite que las familias llenen sus neveras y adquieran bienes de primera necesidad. Es necesario un acuerdo con los alcaldes para encontrar un punto de equilibrio entre la salud y la vida y la continuidad de los negocios”, precisó.
El alcalde de Envigado, Braulio Espinosa, está seguro de que el camino de la apertura brindaría una estabilidad para la salud mental de muchos, minimizaría la violencia y propiciaría insumos para la tan anhelada tranquilidad que los gobernantes tienen que garantizar para las comunidades que se sienten desperanzadas, solas y agobiadas ante la impotencia del Estado.