El 14 de julio de 1775 fue fundado Envigado. Según cuenta el historiador Carlos Gaviria, alrededor de un templo y de un parque comenzó la historia de una de las ciudades más importantes, prósperas y de mejor calidad de vida de Colombia.
Alrededor del templo erigido a Santa Gertrudis La Magna y del Parque Marceliano Vélez Barreneche, cuatro veces Gobernador de Antioquia e impulsor de la construcción del Puente de Occidente, se congregó la representación religiosa, social, económica, académica y política de una sociedad que se encontraba dispersa en las laderas surorientales del Valle de Aburrá.
Carlos Gaviria recuerda los apelativos que ha tenido Envigado, hasta llegar a ser la “Ciudad Señorial”: “la Ciudad de la palomas” y “la Ciudad de las Ceibas”.
A la pregunta de por qué Envigado se ha caracterizado por ser una de las ciudades más prósperas y de mejor calidad de vida para sus habitantes, hasta el punto que muchos la llamaron “El Mónaco colombiano”, el historiador Gaviria responde que más allá de idiosincrasia, ha sido la visión de futuro de sus dirigentes.
“Ha tenido siempre visión de futuro que lo ha puesto en el camino indicado frente a los cambios: las administraciones republicanas del Siglo XIX cuidaron celosamente su economía agrícola y la blindaron de las guerras civiles que afectaron al País. A principios del Siglo XX, el Concejo Municipal fue muy audaz al permitir la entrada del ferrocarril y con él, la industrialización, lo que permitió el asentamiento de empresas y con ellas vino el crecimiento económico y el desarrollo humano y social. Eso señaló el rumbo de Envigado”, narra Carlos Gaviria.
Por su parte, el alcalde Braulio Espinosa invitó a los envigadeños a celebrar no sólo los 245 años de efemérides, sino el hecho de destacarse como un municipio que ha hecho permanente inversión social y que ha sido ejemplo, precisamente, de desarrollo humano social. Pidió compromiso y responsabilidad a todos para seguir adelante, pese a las dificultades que llegaron de la mano de la pandemia del Covid-19.