Al escuchar la homilía del cardenal Giovanni Battista Re, de 91 años y decano del Colegio Cardenalicio, no pude evitar conmoverme profundamente. Aquel anciano cardenal, con voz serena y temblorosa, fue hilando un retrato espiritual del Papa Francisco que caló hondo en mi alma. Sus palabras resonaban bajo el cielo de Roma como un eco de amor y gratitud, y sentí que cada frase llevaba consigo el peso de una Iglesia entera despidiendo a su pastor. En medio del dolor por la pérdida, la homilía nos envolvió en una atmósfera de paz esperanzadora, como si el mismo Francisco nos hablara al corazón a través de su hermano cardenal.