Reconociendo su responsabilidad en los precarios resultados de la encuesta sobre la percepción de la seguridad en Medellín, el secretario de Gobierno, Jesús María Ramírez, presentó renuncia irrevocable a su cargo. Le dijo al alcalde que comparte su afirmación de que la seguridad es un asunto de Estado, pero reconoce la responsabilidad política que le compete.

El incremento de los homicidios y de la violencia en la ciudad, pusieron la administración de Alonso Salazar Jaramillo en el ojo del huracán. Tanto medios de comunicación como dirigencia política y comunidad, en general, venían criticando desde hace más de un año la crítica situación, pero la Alcaldía y la Secretaría menospreciaron los comentarios.

En agosto del año pasado, el senador Jorge Enrique Vélez García, y el represente a la Cámara, Augusto Posada, convocaron al alcalde Salazar al Congreso para debatir el problema. Pero el alcalde no asistió, y el secretario Ramírez se refirió despectivamente a la invitación, lo que generó toda clase de críticas en su contra de parte de los parlamentarios.

El presidente Álvaro Uribe Vélez afirmó en un Consejo Comunal en Envigado que la Administración de Medellín venía maquillando las cifras en materia de seguridad, lo que legitimó la avalancha de críticas.

Este domingo, 13 de septiembre, el presidente Uribe lideró un Consejo de Seguridad en Medellín con el que, al parecer, respaldó al alcalde Salazar en su búsqueda de alternativas al problema de inseguridad de la ciudad.