La Personería de Medellín envió coadyuvancia de apoyo a la nueva demanda de inconstitucionalidad interpuesta por organizaciones civiles como “Colombia Diversa” y “Dejusticia”, que buscan el reconocimiento del matrimonio civil entre parejas del mismo sexo.
La entidad, comprometida con el reconocimiento y defensa de los derechos humanos de lesbianas, gays, bisexuales, transgeneristas e intersexuales –LGBTI-, apoya dicha demanda por considerar que esta población goza del derecho al pluralismo, el respeto a la dignidad humana, la igualdad, la libertad, el reconocimiento de la personalidad jurídica, la intimidad personal y familiar, el libre desarrollo de la personalidad y el derecho a tener y conformar una familia, tal como está reconocido en la Carta Política, para todas las personas.
Estos objetivos hacen parte de los compromisos de La Personería en su misión de guarda y promoción de los derechos humanos para que se hagan efectivos en la vida de las personas LGBTI y se reflejen en el reconocimiento del matrimonio civil entre parejas del mismo sexo.
En su concepto, esta instancia del Ministerio Público plantea la necesidad de reconocer la realidad actual del país y de la sociedad, en la que la pareja heterosexual no es la única opción de vida; muestra de ello es que desde la puesta en vigencia de la Sentencia C-075 de 2007, que reconoce la unión marital de hecho entre parejas del mismo sexo, 111 parejas, 64 de hombres y 47 de mujeres, han declarado su unión en 18 de las notarías de la ciudad.
Para la Personería la procreación no es la única finalidad del matrimonio, ya que éste da lugar a una serie de responsabilidades como vivir juntos y auxiliarse recíprocamente; es una asociación acompañada de sentimientos como el amor, el respeto, la fraternidad y la solidaridad, valores que no están vinculados de manera estricta e irrevocable al binomio hombre/mujer, sino que pueden ser vividos entre parejas del mismo sexo.
El personero de Medellín, Jairo Herrán Vargas, manifestó que “es necesario que la sociedad colombiana avance hacia formas de convivencia más democráticas y que se garantice por el Estado el derecho a la libre decisión de optar por una pareja del mismo sexo, con propósito de vida en común y auxilio recíproco, pues mantener prohibiciones obsoletas contribuye a la informalidad y a situaciones de hecho que generan confusión y disputas”.