La Gobernación de Antioquia, a través del Departamento Administrativo del Sistema de Prevención, Atención y Recuperación de Desastres –Dapard-, comenzó a prepararse para enfrentar la primera temporada de lluvias de 2012, que empezará a manifestarse a mediados de marzo y se prolongará hasta los meses de junio y julio. Inicialmente se evidenciarán fuertes lluvias, tormentas eléctricas y vendavales, los cuales podrían generar como consecuencia el significativo crecimiento de los niveles de los ríos, inundaciones lentas, crecientes súbitas, avenidas torrenciales y deslizamientos de tierra en zonas de alta pendiente.

Siete profesionales expertos del Dapard, iniciaron un recorrido por las nueve regiones con el fin de asesorar y acompañar a las administraciones municipales para activar 16 sistemas subregionales de prevención y atención de desastres. La comisión que esta semana estará en Urabá y el Magdalena Medio tiene la tarea de citar las mesas de riesgos por subregión, convocar a los Clopad, revisar la situación actual de las eventualidades ocurridas en 2010 y 2011, verificar el plan de acción preventivo ante la nueva temporada de lluvias 2012, revisar los puntos críticos y hacer las recomendaciones necesarias para evitar nuevas emergencias.  

El director del Dapard, Cesar Augusto Hernández Correa, indicó que conjuntamente con las administraciones municipales se van a analizar los impactos sobre la población, las viviendas, la infraestructura y el sector productivo, y se revisará el estado de las obras iniciadas en la pasada temporada de lluvias.

En 2011 la ola invernal produjo 603 eventos que afectaron a 165.003 personas y 45.499 viviendas. La mayoría de estas eventualidades se reportaron en los municipios ribereños del Atrato, Cauca, Nechí y Magdalena.

Hernández Correa recomendó a los Clopad que haga extensiva esta alerta a las comunidades a través de los organismos comunales, emisoras, canales municipales y otros medios de comunicación alternativos, exhortando a la aplicación de medidas preventivas como la revisión de cuencas hidrográficas, zonas de riesgo por deslizamiento, llanuras de inundación, revisión de los planes de emergencia y contingencias, estar pendiente de las alertas y comunicados.