Por: Orfa Nelly Henao Giraldo

El Proyecto de Ordenanza 03 de 2013, que busca la estructuración técnica, legal y financiera para la realización de la Ruta de los Embalses de Antioquia, revive la esperanza de los habitantes de los municipios de Alejandría, Barbosa, Concepción, El Peñol, Guarne, Guatapé, Marinilla, Rionegro, San Rafael y San Vicente. Este Proyecto materializará el sueño de ver abiertos otros 15 kilómetros de vías, rectificados y rehabilitados 76 kilómetros, y pavimentados 129 kilómetros más.

La buena noticia para los “orientales” que habitan en estos municipios asentados en zonas de embalses, es que el Proyecto ya es real en las agendas de la Asamblea Departamental y del Gobierno de “Antioquia la más Educada”.

Como Presidente de la Comisión de Infraestructura de la Asamblea y como Coordinadora de Ponentes del Proyecto de Ordenanza 03, confío plenamente en que detrás de la recuperación integral de estos 220 kilómetros de vías, se potenciará el turismo, el crecimiento económico y el desarrollo social de los municipios ubicados en lo que la Secretaría de Infraestructura Física del Departamento ha llamado Ruta de los Embalses.

Estos municipios tienen todas las condiciones para convertirse en el mejor destino turístico del Departamento y del País. Toda su infraestructura eléctrica, sus embalses, sus bosques y su clima, son condiciones propicias para que su vocación económica, cambie. Pero sin vías adecuadas, es poco factible que se les pueda garantizar competitividad.

Entre otras acciones que es necesario llevar a cabo, hay que empezar por pavimentar las conexiones viales Barbosa – Concepción – Alejandría; San Vicente – Concepción – Alejandría; Alejandría – San Rafael; Alejandría – Guatapé; además de repavimentar el circuito Marinilla – El Peñol – Guatapé.

La diligencia legal, la revisión y complementación de estudios, y el análisis financiero y de riesgos, estarían terminados este año. Su costo es de 4.207 millones de pesos. El proceso de promoción, licitación, trámite de licencias y adjudicación del proyecto, estaría listo en julio del año entrante, con un costo de 2.793 millones de pesos. El valor del proyecto al momento de la entrega de los 220 kilómetros abiertos, rectificados, rehabilitados y pavimentados, está tasado en 350 mil millones de pesos.

No obstante el costo del Proyecto, los habitantes de las zonas de influencia de los embalses se merecen unas excelentes vías y un desarrollo equitativo, que se vean reflejados en mejores oportunidades, ya que ellos abastecen la tercera parte de la energía hidroeléctrica que se produce en Colombia. Mejor dicho, el País y el Departamento están en deuda: que estos municipios hayan entregado sus tierras para que fueran inundadas y convertidas en las principales productoras de energía hidroeléctrica del País, trajo consecuencias negativas en el aspecto social, y generó grandes dificultades económicas. La actividad agrícola, por ejemplo, parece no ser compatible con la actividad hidroeléctrica, por la cantidad de problemas que ésta le genera a aquélla, empezando por el cambio rotundo del clima.

Espero que EPM ponga en práctica la Responsabilidad Social Empresarial y se convierta en uno de los primeros socios. Para nadie es un secreto que al tiempo que la energía que bien ha sabido explotar EPM, generando desarrollo, se han producido muchísimos impactos negativos. Por eso es que le solicito a EPM que, en reciprocidad, que se convierta en el gran aliado de este macroproyecto.

Por supuesto, el primer responsable económico es el Gobierno de Antioquia. Pero necesita nuestro respaldo mediante la autorización al gobernador Sergio Fajardo Valderrama para asumir compromisos de vigencias futuras ordinarias, para contratar cinco proyectos relacionados con obras de infraestructura vial, conectividad y auditoría, entre los cuales está el Circuito de los Embalses.

El Circuito de los Embalses es un proyecto de mejoramiento y expansión de la red de infraestructura en la subregión Oriente. Representa una de las apuestas estratégicas para el jalonamiento de los procesos de desarrollo y competitividad en el Departamento. La óptima transitabilidad y operación de la red de infraestructura es una herramienta para potenciar las oportunidades y la  vocación de las regiones.

Esto lo hemos tenido muy en claro los dirigentes del Oriente antioqueño. En la Asamblea hemos liderado las acciones que conduzcan a su desarrollo, especialmente en infraestructura. Pero son los alcaldes “orientales”, con jurisdicción en el Circuito de los Embalses, los que se han unido en una sola voz para hacer oír la urgencia de inversión pública en la infraestructura vial de la subregión.

Su voz ha encontrado oídos gracias a que esta necesidad real está contemplada en el Plan de Desarrollo 2012 – 2015, “Antioquia la Más Educada”, en su línea estratégica 5, “Antioquia es verde y sostenible”. Ésta propone la implementación de estrategias continuas de fortalecimiento del sistema de planeación e intervención de la Infraestructura Vial del Departamento, para frenar la tendencia de deterioro y construir una propuesta de conectividad y sostenibilidad que vincule a todos los actores como corresponsables de su gestión.

Todos estamos de acuerdo en la necesidad de garantizar bienestar y calidad de vida a los antioqueños. Como el Gobernador, los 10 alcaldes del Circuito de los Embalses y los diputados de Antioquia sabemos que la educación es, indudablemente, un paso acertado para alcanzar la equidad. Pero la infraestructura lo es también: la inversión en infraestructura es otra excelente aliada en la reducción de la pobreza.