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El mapa ideológico del Colegio Cardenalicio que elegirá al sucesor del Papa Francisco se puede estructurar en tres grandes bloques: el “bergogliano” o reformista; el conservador o doctrinalista y el moderado, centralista o de equilibrio.

El bloque “bergogliano” o reformista está conformado por cerca de 75 cardenales electores que fueron nombrados por el papa Francisco entre 2013 y 2025. Las características ideológicas de este bloque giran en torno a la apertura a la Sinodalidad, que consiste en la descentralización del poder y la participación en las decisiones de todo el Pueblo de Dios (obispos, sacerdotes, religiosos y laicos). Además, el acercamiento a los pobres en vez de formalismos doctrinales rígidos y la inclusión y apertura a debatir temas sensibles como el papel de la mujer, el celibato sacerdotal, la pastoral con personas LGBITQ+ o los divorciados vueltos a casar, no desde el dogma sino desde el acompañamiento pastoral.

Esta corriente ideológica está comprometida con la justicia social, el medio ambiente y los migrantes.

Los candidatos a suceder a Francisco de este bloque “bergogliano” son los cardenales Matteo Zuppi, Luis Antonio Tagle, Jean-Claude Hollerich, Víctor Manuel Fernández y Mario Grech.

El bloque conservador o doctrinalista está conformado por 25 ó 30 electores, la mayoría de ellos nombrados por Benedicto XVI y Juan Pablo II.

Este Bloque tiene como características ideológicas la defensa de la tradición doctrinal y litúrgica, la cual se basa en la convicción de que la Iglesia debe preservar con fidelidad su herencia teológica, moral y litúrgica, sin ceder ante presiones culturales, sociales o políticas contemporáneas. Este bloque conservador considera que muchos de los cambios promovidos bajo el pontificado del Papa Francisco —especialmente los impulsados bajo la noción de sinodalidad— podrían poner en riesgo la unidad, la claridad doctrinal y la identidad católica.

Otras características de este Bloque son la fidelidad al Magisterio tradicional; la centralidad de la doctrina moral con posiciones firmes frente a temas como el aborto, el matrimonio homosexual, la eutanasia y la indisolubilidad del matrimonio, oponiéndose a cualquier tipo de relativización pastoral; la preservación de la liturgia tradicional oponiéndose a lo que consideran banalizaciones o excesiva creatividad litúrgica; y una visión más jerárquica de la Iglesia, en la que el clero tiene la responsabilidad de enseñar, santificar y gobernar, con menos apertura a la participación.

Los candidatos a suceder a Francisco de este bloque conservador son Raymond Leo Burke, Robert Sarah, Willem Eijk, Péter Erdő y Gerhard Ludwig Müller.

Y aunque es un bloque más reducido que el progresista, conserva influencia significativa, especialmente entre algunos cardenales de Europa y América del Norte, así como en sectores del clero y del laicado que ven con inquietud las reformas actuales dejadas por el Papa Francisco.

El bloque moderado, centralista o de equilibrio está conformado por aproximadamente 30 ó 35 electores, algunos de ellos nombrados por Francisco y otros por Benedicto XVI y Juan Pablo II.

Como características ideológicas están que buscan continuidad con la tradición pero con apertura pastoral; defensa de una reforma prudente, sin rupturas doctrinales; y aceptación de algunas propuestas sinodales, pero con reservas.

Los candidatos papables de este bloque son los cardenales Pietro Parolin, Pierbattista Pizzaballa y Peter Turkson.

La dinámica del cónclave que será iniciado este 7 de mayo de 2025 enfrentará los siguientes posibles escenarios:

• Los reformistas o progresistas sucesores de la doctrina de Francisco tienen la ventaja numérica, pero necesitan una figura que no polarice.
• Los conservadores o doctrinalistas no tienen mayoría, pero pueden bloquear y negociar.
• Y los moderados o centralistas podrían inclinar la balanza, si se presenta un candidato de consenso.