Nicolás Echeverry Alvarán, senador de la República de Colombia.

La plenaria del Senado de la República realizó debate de Moción de Censura en contra de la exministra del Deporte, Astrid Rodríguez, este miércoles, 21 de febrero de 2024. Pese a que Rodríguez renunció la semana pasada, la Cámara Alta insistió en el Debate de Moción de Censura porque la responsabiliza de la pérdida de la sede en barranquilla de los Juegos Panamericanos de 2027.

El senador por el Partido Conservador, Nicolás Albeiro Echeverry Alvarán, aprovechó la sesión para solidarizarse con los barranquilleros y con todos los deportistas colombianos, pues está convencido de que la negligencia del Alto Gobierno que llevó a que se perdiera la sede de los Panamericanos es, en el fondo, un duro golpe al deporte colombiano.

Pero yo creo que más que a la Ministra, la Censura es para el Gobierno por haber descuidado, por no haber cumplido, por haber dejado arrebatar ese sueño de todos esos deportistas… Sueño de tener una buena infraestructura, de tener un evento como los Panamericanos. Y al mismo tiempo, permitió poner el nombre de Colombia en la burla internacional, por no haber sido capaces de hacer el pago a tiempo, porque estaban los recursos: el Congreso cumplió aprobando el presupuesto. Estaban los recursos y no se hizo como teníamos que hacer”, manifestó Echeverry Alvarán.

A este rechazo generalizado del Senador antioqueño a todos los funcionarios que no hicieron lo que debieron para que se llevaran a cabo los Panamericanos 2027, sumó la afirmación rotunda de que no acepta que el Presidente haya nombrado como Ministra del Deporte a nombre del Partido Conservador, que no conocen y que no fue postulada por las directivas del Partido.

“Rechazamos el uso del nombre de nuestra colectividad para respaldar a la funcionaria”, expresó en la Plenaria del Senado.

El malestar de los congresistas que insistieron en la Moción de Censura de la Exministra del Deporte se debe a la pérdida de oportunidad para Barranquilla y el País de una cuantiosa derrama económica que llegaría de la mano de cientos de turistas extranjeros, pérdida de empleos que pueden superar los 500 mil en el País y 20.000 en Barranquilla y la construcción de obras de infraestructura necesaria para el certamen y que iba a heredar la capital del atlántico.