Nicolás Echeverry Alvarán, senador de la República de Colombia.

Por: Nicolás Albeiro Echeverry

Fui edil de la Comuna 6 de Medellín siendo muy joven. Desde esa experiencia aprendí que el territorio no se transforma desde los escritorios, sino desde la comunidad organizada. Vi cómo, a través de los convites, cuadra por cuadra, se construyeron barrios, se fortaleció el tejido social y se forjaron liderazgos que entendieron el desarrollo como un proceso colectivo. Las JAL no administran territorio: lo activan y articulan. Hoy, como senador de la República, sigo siendo edil en convicción y en propósito.

Ser edil es ser miembro de la Junta Administradora Local (JAL), la instancia más cercana a la ciudadanía y el primer eslabón de la democracia territorial. Por eso propongo entender a las JAL no solo como una figura administrativa, sino como Jalonadores de Sostenibilidad y Desarrollo en los Territorios, actores fundamentales para la planeación, la participación, la articulación del Estado y el control social desde lo local.

La historia de la Comuna 6 Doce de Octubre demuestra que cuando la comunidad lidera, el territorio avanza. Desde allí, muchos ediles empezaron a plantear visiones tempranas de ordenamiento territorial nacidas desde la realidad barrial, mucho antes de que estos debates llegaran a las agendas nacionales. Ese aprendizaje es el que hoy llevamos al Congreso.

En el marco del Día Nacional de los Ediles en Colombia, este reconocimiento debe ir más allá de lo simbólico. Los ediles requieren condiciones reales para ejercer su labor: herramientas técnicas, mecanismos de participación transparentes y un reconocimiento económico digno que refleje su responsabilidad como autoridades locales de elección popular.

Con ese propósito, estoy impulsando ajustes en el Proyecto de Ley 041 de 2024, que hoy cursa como Proyecto de Ley 173 de 2025 en la Comisión Primera del Senado. Esta iniciativa busca establecer criterios de equidad y homologación en la fijación de honorarios de los ediles, especialmente en ciudades capitales con régimen especial, tomando como referencia entes territoriales de igual denominación y naturaleza jurídica.

La propuesta responde a unas necesidad concretas que solicita ASOEDILES Medellín para evitar disparidades injustificadas, fortalecer la coherencia normativa y legitimar el ejercicio de los ediles como actores clave de la participación ciudadana. Todo ello, respetando los límites de la legislación nacional y garantizando la sostenibilidad fiscal.

Colombia habla hoy de autonomía territorial, pero mantiene un modelo altamente centralizado. Los municipios exigen descentralización pero va uno y mira y quieren concentrar todo el poder en cabeza del alcalde y sus secretarios, Se delegan funciones a los territorios sin entregar siempre las herramientas necesarias para cumplirlas con eficacia y eficiencia. En ese contexto, los ediles continúan siendo los principales jalonadores del desarrollo local, muchas veces sin el respaldo institucional que su labor exige.

Fortalecer a las JAL es fortalecer la democracia desde su raíz. Acompañar a los ediles en su reclamo por honorarios justos y por condiciones dignas no es un privilegio, es una obligación del Estado social de derecho consagrado en nuestra Constitución.

Mi paso de Edil a Senador no es un cambio de causa, es una continuidad. Porque quien ha construido territorio desde la base entiende que el desarrollo sostenible comienza en las comunas, en los barrios y en la voz organizada de la comunidad.