Por: Jaime A. Fajardo Landaeta

Da lástima y vergüenza el espectáculo que ofrecen algunos dirigentes del Partido Liberal en Antioquia. La falta de franqueza política, la carencia de propuestas que permitan mover el electorado alrededor de los diferentes candidatos para las elecciones congresionales, la escasa relación entre los dirigentes y las bases, las ansias de poder, así como la influencia de prácticas nocivas a la política predominan hoy en esos líderes.

 

 

Deseo fervientemente que como colectividad obtengamos un muy significativo número de representantes y senadores, del sector que sea. Anhelo entorpecido por los diversos directorios y matices. Algunos jefes liberales –de los de antes y los de ahora- solo desean fortalecer sus feudos, en contra del electorado y de las bases del Partido, olvidando la urgencia de trabajar por su unidad y el compromiso social con los antioqueños. Los liberales deben salir masivamente a votar por sus candidatos el próximo 14 de marzo.

 

Además algunos se creen los portaestandartes de la moral y la ética; predican distancia con los corruptos, clientelistas y aliados del paramilitarismo pero olvidan su pasado de artimañas.

 

Otros, por fortuna muy pocos, sobreviven en un carrusel de juego sucio y pretenden sacar provecho de cuanta oportunidad se les presenta, aunque riña con los postulados ideológicos y políticos de la colectividad.

 

Es desalentador este panorama, justo en momentos en que la región exige alternativas reales ante la arremetida del crimen organizado y el avance del narcotráfico, y cuando se evidencia la carencia de políticas serias en la Gobernación y sobre todo en la Alcaldía de Medellín. Mientras tanto las bases liberales reclaman por la apertura política, la renovación de sus cuadros y porque se pongan de acuerdo siquiera para defender el Partido, como me dijo un líder campesino.

 

Contrasta el cuadro descrito con las calidades de un demócrata como Rafael Pardo Rueda, nuestro candidato presidencial. Un hombre joven, con amplia trayectoria política, que logró unificar el Partido a nivel nacional y alcanzó su aval en reciente Congreso, y que empieza a ascender en las encuestas de opinión. Pardo es una persona con visión y experiencia, sincero, pulcro, transparente, capaz. Aún así, algunos de nuestros dirigentes todavía no se ponen la camiseta de la unidad y defensa de su candidatura; por el contrario, hay casos en que ya ventilan alianzas con el candidato independiente o con sectores del uribismo.

 

Mirar las pantallas de Televisión, el pasado viernes 29 de enero, y observar la soledad del candidato, sólo dos de sus máximos dirigentes se hicieron presentes, cuando inscribía la lista por Antioquia a la cámara de representantes, daba rabia y molestia con muchos de los lideres liberales.

 

Hago un llamado urgente a los jefes liberales para que pongan en práctica los verdaderos postulados del liberalismo. Para que hagan un esfuerzo por la unidad y depongan sus intereses, para facilitar que llegue al parlamento una buena cantidad de nuestros aspirantes. Para que Rafael Pardo sienta el respaldo que se merece y que requiere. Los invito para que trabajemos juntos e internamente, para que por los canales institucionales resolvamos las diferencias que siempre existirán porque el Partido es de tendencias. De lo contrario, dichos dirigentes deberían hacerse a un lado y dejar que otros enarbolen las banderas del Partido, sin distingo de opinión y respetando la pluralidad y diversidad que nos debe caracterizar.

 

En medio de una desigual campaña electoral en la que buena parte de los partidos del uribismo retoman la práctica de la para-política, donde se denuncian alianzas con el narcotráfico y el ingreso de dineros calientes, cuando los amigos del Presidente quieren llegar al Congreso violando los procedimientos legales y constitucionales, se exige del Partido Liberal en Antioquia más unidad, más propuestas y programas y menos personalismos.

 

Es hora entonces de las grandes rectificaciones, para demostrar la grandeza de nuestra organización y porque la colectividad roja también exige zafarse de esas prácticas que le criticamos a los sectores afines al Gobierno.