La confrontación entre la Alcaldía y el Concejo de Medellín es un hecho político imposible de ocultar, afirma en SINERGIA INFORMATIVA el concejal por el Polo Democrático Alternativo, Carlos Alberto Ballesteros Barón. Una de las razones, dice, es el mal trato recibido de la Administración, según la queja de casi todos los concejales. Por otro lado, los corporados se sienten irrespetados porque el alcalde Alonso Salazar cree que el Concejo es un apéndice de la Administración Municipal elegido sólo para aprobar los proyectos del ejecutivo, sin reflexión y análisis. Se supone que en las sesiones extras debe aprobar 21 proyectos de Acuerdo, lo que no es posible hacer con seriedad y responsabilidad, afectando en consecuencia a la comunidad. La Mesa Directiva del Concejo se reunirá con el Alcalde para pedirle respeto hacia la Corporación.