Robert NG Henao, coordinador de posgrados y docente de la Facultad de Economía de la Universidad de Medellín, dice que es necesario establecer un pensamiento prospectivo para después de la crisis del coronavirus. El investigador dice que, seguramente, la ciencia intervendrá y encontrará una vacuna o la mejor forma de convivir con el virus. Pero el daño a la economía será un hecho que debe llevar a los empresarios a pensar muy claramente en la forma en que restablecerán la economía post – crisis Covid-19, desde la perspectiva gerencial y organizacional.

¿Cuál es el camino que deben tomar los líderes, gerentes y pensadores económicos? Desde el momento en que empezaron los efectos económicos propis del aislamiento obligatorio y preventivo, la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Medellín empezó un estudio con 75 empresas para determinar cuáles serían las prácticas gerenciales y de comunicación que sobrevendrían.

Entre las recomendaciones –según el profesor Robert NG Henao- están la de reconocer y generar empatía ante los impactos emocionales causados por la crisis, mejorar la comunicación interna dentro de la organización y fomentar nuevas formas de liderazgo, enfocado a la resolución de problemas.

Respecto de los impactos emocionales de la crisis, es posible que el estrés y la incertidumbre que enfrentan los integrantes de todas las organizaciones ante asuntos como su salud y la de sus seres queridos, la educación de sus hijos y los impactos en la economía familiar, terminen afectando la calidad del trabajo.

Por eso, es necesario que los líderes actúen con paciencia y flexibilidad, mientras las personas se adaptan a las nuevas condiciones de su entorno laboral. Esto no quiere decir tolerar la irresponsabilidad o el abandono de las funciones: implica, por el contrario, establecer mecanismos de apoyo mutuo para potenciar el desarrollo de los equipos de trabajo.

Los resultados del estudio precisan que ante las dificultades, las personas necesitan sentir que sus líderes comprenden sus inquietudes y comparten sus expectativas. En este sentido, la experiencia común y la solidaridad, se convierten en las claves para una vinculación efectiva entre las personas que les permite elevar el ánimo y mantener la esperanza.

Sobre la comunicación, el liderazgo implica tener la convicción profunda de que los colaboradores son el más grande activo de la organización. Por ello, los líderes deben acercarse a sus empleados, identificar lo que necesitan y fomentar, a través del uso de las herramientas tecnológicas disponibles, el trabajo en equipo.

Una buena idea es incrementar el flujo de las comunicaciones. Es muy probable que las personas se sientan inquietas frente a los impactos económicos de la crisis en aspectos tan sensibles como la continuidad en el empleo, el logro de las metas establecidas, la estabilidad financiera de la empresa y su continuidad a futuro.

La claridad, la veracidad y lo oportuno de la información son elementos clave; siempre es mejor brindar la información a tiempo, que contrarrestar los efectos nocivos de los rumores y de la información errónea. Reconocer que no se tienen siempre todas las respuestas, expresar con transparencia lo que se sabe, lo que no se sabe y lo que se está investigando, les dará la certeza a los empleados de que no se ha perdido el rumbo, aún en medio de la turbulencia.

El silencio, aún en condiciones de poca certeza, puede lesionar seriamente las relaciones a largo plazo y provocar la pérdida de las asociaciones que son valiosas para su organización. Anticiparse a las posibles situaciones de incumplimiento y, la búsqueda de acuerdos mutuamente benéficos, serán esenciales para mantener la confianza cuando las operaciones retornen a la normalidad.

“Es momento para descubrir nuevos líderes dentro de la organización y generar más espacios para discusiones colectivas. Es necesario fomentar la generación de nuevas ideas y propuestas. Así mismo, no se puede olvidar que los líderes no sólo deben ser ágiles en el cambio de planes y procesos de trabajo, también deben serlo ante sus propios estilos de gestión, para mantener la cohesión, fortalecer el sentido de comunidad y preservar el propósito compartido”, plantea el estudio de la Universidad de Medellín.

Comunicación, empoderamiento, sinergias y alianzas son pilares fundamentales  en el relacionamiento de los líderes con todas las jerarquías dentro de la organización. Todos influyen en la salida con éxito de la crisis. Incluso, las asociaciones y sindicatos deben comprometerse solidariamente en la búsqueda del restablecimiento positivo después de la crisis post Covid-19”, afirma Roberto NG Henao.