Jaime Fajardo Landaeta, analista del conflicto armado en Colombia, dice que es muy importante que se haya llevado a cabo la reunión entre los gobernadores y el Presidente de la República el pasado 21 de marzo, para lograr acercamientos alrededor del proceso de desmovilización y desarme de las FARC en las zonas veredales transitorias de normalización.
“Ya tuvimos con el paramilitarismo una experiencia amarga porque no hubo una buena coordinación. Hay que recordar que estos procesos descansan en los territorios y no en la Nación”, explica Fajardo Landaeta.
También afirma que se pueden conocer los nombres de los milicianos pero no se puede esperar que se concentren todos porque muchos son estudiantes, líderes de acción comunal, maestros, campesinos, etc. Agrega que hay que tener cuidado que no se vaya a judicializar a todos los milicianos que han hecho parte de la base social. Precisa que es muy posible que haya más milicianos que guerrilleros en la estructura militar. Recuerda que el EPL y el M-19 tenían más gente en la base política y social que en la estructura armada.
Jaime Fajardo ve muy importante que la Administración Departamental llegue a los campamentos y hable con los guerrilleros. Pero aclara que la veeduría de las armas, de los nombres y de los alias debe mantenerse reservada por seguridad.
“El control deben hacerlo las comisión verificadoras de las Naciones Unidas, que tiene gran experiencia en todos los procesos mundiales. Decirles ´bisoños´, como lo hizo el gobernador Luis Pérez, no es justo”, aseguró.
