El personero de Medellín dice que las cárceles en Colombia, más que centros de resocialización se han convertido en universidades del delito.

Guillermo Durán Uribe, personero de Medellín, manifestó que es lamentable lo que sucede en las cárceles del País, donde la violación de los derechos humanos de los internos es flagrante y sistemática, ante los ojos de un Estado Social de Derecho que observa impasible. En consecuencia, no puede esperarse que sean verdaderos centros de resocialización. Al contrario, la falta de condiciones de seguridad, de respeto a los derechos humanos y él resentimiento del trato indigno hacen de las cárceles escuelas del delito. El Personero recuerda los graves problemas en los servicios de salud y la falta de vergüenza estatal que no ha actuado ante más de cinco contingencias por intoxicación de los internos de El Pedregal, debido a alimentos en mal estado.

La Ley 1709 de 2014, por medio de la cual se reformaron algunos artículos de la Ley 65 de 1993 (Código Penitenciario y Carcelario) y de la Ley 599 de 2000 (Codigo Penal), busca devolverles la dignidad humana a los reclusos y hacer cambios en el sistema penal y penitenciario referentes a cárceles y pabellones de detención preventiva, prisión domiciliaria, redención y suspensión de penas y libertad condicional, de tal manera que las cárceles estén deshacinadas y, en consecuencia, se les pueda brindar mejor atención y más garantías constitucionales a los internos que sí deban estar recluidos.