Con los mismos niveles de calidad con que fue concebida, exigentes estándares de potabilización y permanentes programas de actualización, la planta de potabilización Manantiales de EPM cumplió 20 años de funcionamiento.

Desde que fue inaugurada oficialmente en 1991, millones de personas han bebido el agua que potabiliza. Cada minuto entrega cerca de 4 mil litros de agua potable para una parte de Medellín, para Bello, Copacabana y Girardota. Durante estas dos décadas ha prestado sus servicios de manera ininterrumpida las 24 horas del día, los 365 días del año, salvo un cese de dos días, cuando se efectuó la reparación del sifón Niquía-Manantiales en junio del año pasado.

 

El proceso de potabilización de Manantiales fue el primero que se certificó en la entidad, lo que lo convierte en pionero de la calidad en EPM. Gracias a sus rigurosos procedimientos de control, ha sido recertificado en tres oportunidades.

Durante los últimos tres años este proceso ha sido objeto de una importante actualización tecnológica para optimizar su operación, con intervenciones en su unidad de filtración, el laboratorio de control del proceso, las unidades de sedimentación y los sistemas de control automático.

Manantiales, pieza vital del sistema de acueducto de EPM, hace parte del programa de aprovechamiento múltiple Riogrande II, junto con las centrales La Tasajera y Niquía. Está localizada en predios de Bello y Copacabana, y toma su principal materia prima, el agua, desde el embalse Riogrande II.