“El problema de un país no es problema de existencia de más o de menos leyes, sino que éstas se encaminen y se orienten a la realización de la justicia”. Aristóteles

Aprobado en primer debate por parte de la Comisión Primera de la Cámara de Representantes, la Reforma al Código Penitenciario, se espera que se haya abierto una puerta a mayores probabilidades de resocialización de los internos de las cárceles colombianas, con justicia pero con dignidad.

Esa es la esperanza que albergan personas como Orfa Nelly Henao Giraldo, que comprenden la necesidad de las penas intramurales para persuadir a la delincuencia a respetar la vida, la libertad, los bienes y la honra de sus congéneres, pero que comparten la lógica de que el Estado sí debe sancionar, pero con intención de rehabilitar. Orfa Nelly Henao Giraldo fue directora del INPEC, Regional Antioquia – Chocó y de las cárceles El Buen Pastor y El Pedregal de Medellín. Como tal, conoció de primera mano la realidad que sufren los internos de las 174 cárceles de Colombia, porque la situación es muy parecida en todas ellas, aunque haya algunas con situaciones más dramáticas que otras.

“Por eso me llama la atención positivamente que, entre otras, la Reforma busque una revisión especial en asuntos como la libertad domiciliara: que se pueda hacer con criterio, para definir a quiénes se les debe conceder este beneficio, en qué condiciones y, por supuesto, en cuáles delitos. De esa manera será posible empezar a hacer realidad la función de resocialización que debe ser inherente a la imposición de la pena intramural. Ya lo había dicho: ésta es una fórmula clara para evitar el hacinamiento en las cárceles y, por tanto, la vulneración de los derechos de los internos”, explica la Ex – Directora del INPEC en Antioquia.  

En coherencia con este pensamiento es que la actual diputada de Antioquia, Orfa Nelly Henao, compartió en marzo el fondo reivindicatorio de los derechos humanos de los internos de Bellavista que contenía en el fallo del Tribunal Superior de Medellín que ordenó a las autoridades no enviar más presos a ese reclusorio. Y antes había celebrado la propuesta del presidente de la Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura, magistrado Wilson Ruiz, de otorgar indultos a quienes hayan cometido delitos menores, a quienes tengan más de 65 años de edad, a los enfermos psiquiátricos y a quienes no representen un peligro para la sociedad y tengan un buen comportamiento.

Sobre la propuesta en la Reforma de restricción a los permisos de salida de los centros penitenciarios, limitándolos al fallecimiento de un familiar cercano y a la necesidad comprobada de un tratamiento externo para mejorar las condiciones de salud, Orfa Nelly Henao llama la atención sobre la jurisprudencia existente alrededor de la obligación de que el Estado, a través del INPEC, les respete a las personas privadas de la libertad, su derecho fundamental a gozar de una vida sexual normal.

“Y ello implica la salida de uno de los dos internos, cuando la pareja se encuentra recluida. Es una obligación que no se puede evadir, por lo que es necesario que se busquen los medios necesarios para brindarle una vida digna a la población carcelaria, empezando por las visitas conyugales”, dice Orfa Nelly Henao.

Y entre los diferentes aspectos que contempla el Proyecto de Ley de Reforma  al Código Carcelario y Penitenciario, la Ex – Directora del INPEC, Antioquia – Chocó, es partidaria de que el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario sea obligado a tratar con consideración, respeto y dignidad a los internos. Y entiende que hay que hacer una fuerte reingeniería y encontrar los mecanismos necesarios para combatir la corrupción que indudablemente existe entre algunos de sus miembros.

Pero piensa que hay que analizar muy detenidamente la iniciativa de liquidar o suprimir el INPEC y crear una Unidad Administrativa de Vigilancia y Seguridad adscrita al Ministerio de Defensa, como lo propuso el representante a la Cámara, Hugo Velásquez.