Por: Luis Bernardo Vélez
Con frecuencia se realizan encuestas para medir o aproximarse a las percepciones que tienen los ciudadanos en relación con sus satisfacciones, aspiraciones y prioridades frente a su vida y al territorio que habitan. Instituciones del Estado y del ámbito privado periódicamente dan a conocer algunos indicadores que permiten conocer de manera más o menos precisa, algunos aspectos que pueden ser claves a la hora de pensar las ciudades.
Ejemplo de esto es la que desde el 2006 realiza Medellín Cómo Vamos quienes anualmente, entregan los resultados de la Encuesta de Percepción Ciudadana. Este año con sus resultados, también es oportuno traer algunas reflexiones, comenzando por dimensionar y entender la subjetividad a la hora de hablar de la percepción ciudadana.
En el proceso de la percepción las personas ponen en juego referentes ideológicos, físicos y culturales que reproducen y explican la realidad, su realidad, y que no son otra cosa que la vivencia de la cotidianidad y todo lo que en ella confluye. Por eso es que resaltamos que la percepción debe ser entendida como relativa, depende de las circunstancias, es cambiante y no siempre se corresponde entre una vivencia individual y una colectiva.
En otras palabras, en la cotidianidad se suele pensar que lo percibido corresponde exactamente con la realidad y pocas veces se piensa que las cosas pueden ser de otra manera, de ahí que surjan la elaboración de juicios, que se plantean como una de las características básicas de la percepción.
Para aterrizar lo anterior, llama la atención como en la Encuesta al hablar de espacio público hay una clara disminución frente a la medición de 2009, 55% de la gente está satisfecha vs 62% del año anterior, mientras vemos titulares de cómo la transformación y urbanismo social de Medellín captaron la atención internacional en China o que las personas se sientan satisfechas frente a la realización de andenes y espacios de ciudad.
Es complejo ver que en el tema de desarrollo económico y empleo, las personas muestran mejoras en los indicadores en cuanto generación de ingresos, 26% considera que en el último año la situación económica familiar mejoró algo o mucho, en comparación con 21% del año 2009, a la vez, exista un descenso en el porcentaje de personas que se consideran pobres, que pasó de 24% en 2009 a 22% en 2010; pero al mismo tiempo cree y manifiesta que los problemas más graves de la ciudad son el desempleo, la falta de trabajo y de ingresos: 48% de las personas consideran que en la ciudad no es fácil conseguir empleo y 86% de personas opinan que en este tema debería concentrarse la administración del Alcalde Salazar.
En la encuesta instituciones públicas y programas de la actual administración son muy bien valoradas, pero quienes las dirigen no lo son igual, en el caso del Alcalde Salazar disminuye un poco la calificación positiva a su gestión (46% vs 51% del 2009), mientras en general los indicadores que hablan de las acciones de su plan de desarrollo mejoran. ¿Cómo explicar esto? una cosa es la percepción, la valoración de la población y otra, los aciertos que se tengan y con esto no quiero decir que las cosas están perfectamente bien, pero siendo ecuánimes, se deben reconocer los esfuerzos y usar los resultados de estas herramientas de medición, para revertirlos en propuestas y definiciones en materia de políticas públicas que tengan en cuenta el contexto en el que viven los ciudadanos, donde quienes gobiernan y tomamos las decisiones tengamos en cuenta la subjetividad del ser humano.