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“Una menor de edad resultó herida con una bala perdida en el barrio Juan XXIII de la Comuna 13 cuando se encontraba dentro de su residencia”
Este titular de prensa, tan recurrente en los últimos años en Colombia, tiene el peculiar efecto de causar indignación, y olvidarse al día siguiente, hasta que otra “bala perdida” mate o hiera a otra persona inocente.
El concejal de Medellín, Róber Bohórquez, igualmente se siente indignado con este tipo de conductas delictivas, pero no quiere permitir que las víctimas de las “balas perdidas” sigan siendo noticia que se olvida al día siguiente. Tampoco quiere que el Estado eluda su responsabilidad excusándose en que este tipo de víctimas no es reconocida por la Ley 1448 de 2011 ó Ley de Víctimas y Restitución de Tierras.
Jurídicamente es muy difícil determinar si las “balas perdidas” tuvieron origen en la delincuencia común, en la irresponsabilidad de alguien, en la confrontación de grupos armados al margen de la ley, en grupos emergentes o en un agente del Estado. Por eso las muertes y lesiones que producen las “balas perdidas” tienden a quedarse en la impunidad, y si la víctima necesita hospitalización, prótesis, tratamiento postoperatorio o mental, no tiene ningún respaldo. La respuesta lamentable, es la ausencia de responsabilidad del Estado frente a la asistencia médica y sicológica. La alternativa propuesta por el concejal Róber Bohórquez es un Proyecto de Acuerdo mediante el cual se fomentará “la ruta de atención para las víctimas de balas perdidas en el Municipio de Medellín”.
“La idea es que haya acompañamiento interdisciplinario en salud, tratamiento psicológico, jurídico y social, tanto para las víctimas como para sus grupos familiares. El acompañamiento lo deben hacer transversalmente todas las dependencias pertinentes del Municipio, con el apoyo de la Personería de Medellín, los organismos de seguridad y el aparato judicial”, explica el Corporado de Cambio Radical.
El Proyecto de Acuerdo que fomentará “la ruta de atención para las víctimas de balas perdidas en el Municipio de Medellín” generará un mapa de geo referenciación para identificar los barrios y comunas de la ciudad donde de manera recurrente se ha presentado este tipo de conductas delictivas, con el ánimo de apropiar las estrategias operativas, administrativas, técnicas y tecnológicas, necesarias para su erradicación.
En los últimos 10 años, cerca de 1.000 personas murieron por disparos indiscriminados en el País, según el Centro de Recursos para Análisis del Conflicto –CERAC-. Únicamente en los últimos dos años, las muertes causadas por balas perdidas han sido 120, y más de 700 personas han resultado heridas. En este período, la Policía Nacional sólo ha capturado a 128 presuntos implicados en esta conducta tan repudiada por la sociedad.
En Medellín, en lo corrido de 2013, van 12 víctimas mortales por “balas perdidas”, duplicando el número de muertes por la misma razón del mismo período del año pasado. La más reciente víctima fue “una menor de edad que resultó herida (este martes, 25 de junio de 2013) con una bala perdida en el barrio Juan XXIII de la Comuna 13 cuando se encontraba dentro de su residencia”