En los últimos años, el microtráfico, o consumo interno de drogas, se está tragando la seguridad de las ciudades y está destruyendo miles de seres humanos que quedan atrapados en la esclavitud de los narcóticos.
En Bogotá existen más de 500 ollas, o casas expendedoras de drogas, que generan ganancias anuales superiores a $300.000 millones de pesos. El Tiempo.
En Medellín, son más de 600 casas de vicio vendedoras de droga. Mueven más de $150.000 millones al año. El Espectador.
La expansión del microtráfico no tiene límites ni moral. Ya han decidido ingresar su producto a los colegios. Buscan tener uno o más jíbaros dentro de cada institución educativa para enviciar a los jóvenes y obligarlos a conseguir dinero para el vicio así sea robando en su propia casa. En esta guerra, en Medellín más 80 jóvenes escolares han sido asesinados cerca de los centros educativos.
Y el consumo de drogas en universidades colombianas es el más alto en América Latina. Los expendedores dicen que el lugar más seguro para vender droga son las universidades. En Colombia, Investigación de 2009, indica que el 13.5% de los universitarios han usado droga sintética el último año. En Medellín (encuesta 2009), de 600 estudiantes encuestados, 599 han tenido alguna vez consumo de sicoactivos.
El Microtráfico es una empresa del delito que no le interesa la vida; cualquier obstáculo lo superan con dinero o con violencia, o con ambas. Y han logrado emplear un ejército gigante de personas en esa tarea ilegal, y son tantos, que ni la policía sabe cuánta gente expende drogas.
La marihuana es la sustancia sicoactiva más demandada.
Estudios indican que en cada comuna de Medellín se consumen 200 kilos de marihuana por mes. La marihuana contemporánea tiene nueva cara pues la producción hidropónica permite darle colores brillantes que aceleran la traba.
El consumo de Cocaína adquiere dimensiones cada vez más preocupantes. En las grandes ciudades, para que rinda y aumente el consumo, la mezclan con cemento blanco y harina de plátano y así la distribuyen por doquier a precios más bajos. Se estima que en Medellín se consumen tonelada y media de cocaína mes. Y ni hablar del mercado invasor de las pepas.
Y para observar la gravedad de la invasión del mercado de micronarcóticos, en algunos sectores de las ciudades se está vendiendo todo tipo de droga a DOMICILIO, como pedir una pizza.
Es menester detener el envío de droga al exterior, pero es mucho más importante detener el ingreso de la droga a las ciudades pues se está destruyendo la seguridad, está acabando con la juventud y se resquebraja la economía de los hogares.
Murió el inolvidable Luis Carlos Galán por la lucha contra la droga. Y 20 años después, parece estar el país en peores condiciones, a pesar de haberse derramado tanta sangre de gente inocente y después de haberse invertido tanto dinero público en seguridad.
En los últimos 25 años, se percibe que Colombia pierde la guerra contra la droga y el resultado es miseria y violencia.
La gerencia contemporánea define LOCURA como querer obtener resultados distintos haciendo siempre lo mismo.