Por: Orfa Nelly Henao Giraldo

La dignidad de los periodistas y el respeto por su labor, deben ser dos compromisos permanentes de la sociedad. Estas palabras las dije en la celebración del Día Clásico del Periodista que en Colombia se celebra el 9 de febrero, y hoy las ratifico.

Incluso desde mi posesión como Presidenta de la Asamblea Departamental de Antioquia expresé mi respeto y admiración, y les aseguré que durante mi Presidencia pediría la afirmación a su dignidad como comunicadores y periodistas, tanto del Gobernador y sus funcionarios como de todos los servidores públicos que integran esta Corporación.

Me referí a la necesidad de respetar la libertad que debe orientar la actividad periodística, pero también llamé la atención sobre la urgencia de entender que esa libertad debe ejercerse con responsabilidad. Porque qué importante es la libertad de prensa para la consolidación de nuestra democracia. Pero, el trabajo de los periodistas debe basarse en los principios básicos de la verdad, la independencia y el bien común. De esta manera, su trabajo libre será al mismo tiempo más serio, ético y responsable.

Sin un periodismo libre, independiente, responsable y fundamentado en la búsqueda de la verdad y del interés colectivo, es difícil hablar de buen periodismo. Sin ética, no se concibe ese buen periodismo y no se podrá hablar de fortalecimiento de la democracia como uno de los alcances del periodismo.

Ética y calidad periodísticas se requieren para el ejercicio profesional y responsable con la sociedad. Si el periodismo es de calidad, la democracia será fuerte. Por eso, es forzoso entender la calidad animada por la ética profesional.

Estas son afirmaciones que le hemos escuchado al más importante representante en Colombia y, quizá, en Latinoamérica, de la reflexión alrededor de la ética en el periodismo: a Javier Darío Restrepo, a quien, precisamente, se le conoce como “El Padre de la Ética Periodística”.

Javier Darío Restrepo sostiene que ser éticos en el ejercicio del periodismo está íntimamente ligado con ser excelentes, primero como personas y, además, como profesionales.

Por eso es que hoy está con nosotros “El Padre de la Ética Periodística”. Además, para reconocerle personalmente lo mucho que ha hecho por el periodismo colombiano en sus 57 años de actividad ininterrumpida. Lo hacemos entregándole la Orden al Mérito “Mariscal Jorge Robledo”, Grado Oro. Y de contera, porque el respeto que hemos querido profesar por los periodistas y su oficio, tenía que materializarse y perpetuarse con la afirmación de su dignidad y con el llamado al ejercicio profesional serio y responsable. Y lo hacemos esta mañana dándole el nombre de “Javier Darío Restrepo” a la Sala de Prensa de la Asamblea. Ambos actos administrativos son un homenaje a él, a ustedes los periodistas de Antioquia y al buen periodismo.

En adelante, ustedes amigos periodistas ocuparán la Sala de Prensa “Javier Darío Restrepo”, y recordarán que no se trata de un simple nombramiento sino de la invitación a actuar con ética y calidad en su oficio diario. El resultado será el fortalecimiento permanente de la credibilidad, que es uno de los grandes patrimonios de los periodistas, el mismo que lleva a la sociedad a confiar en el periodismo y a respetar a los periodistas.

El hecho que la Sala de Prensa lleve el nombre de “Javier Darío Restrepo”, nos sugiere que habrá una luz que permanentemente estará guiando a los periodistas en el ejercicio ético de su oficio.

Señor Javier Darío Restrepo: gracias por prestarnos su nombre para llamar de tan ilustre manera nuestra Sala de Prensa, la Sala de Prensa de nuestros periodistas antioqueños a quienes tanto respetamos y a quienes queremos que se les dignifique cada vez más como personas y como profesionales de la información. Gracias por hacernos usted el honor a los diputados y a los periodistas de Antioquia de recibirnos la Orden al Mérito “Mariscal Jorge Robledo”, Categoría Oro, que esta mañana le entregaremos.